CRISOCOLA
La crisocola es un mineral cuyo color varía del verde al azul intenso. Muy blanda, por lo general para ser utilizada como gema, en las joyas, por tanto, se emplean las variedades en las cuales aparece en íntima asociación con la calcedonia o el cuarzo, que mejoran algunas de sus características físicas, entre ellas la tenacidad y la dureza. El nombre “crisocola” deriva de los términos griegos hrusos (oro) y kolla (cola), a causa de su semejanza con varios materiales utilizados en la antigüedad para soldar el oro.
La crisocola es en gran parte una mezcla amorfa de varios silicatos de cobre y sílice hidratada, que contiene diversas impurezas, como la alúmina, óxidos de cobre y óxidos limoníticos; por este motivo el color del mineral, típicamente azulado o verdoso, puede oscurecerse hasta adquirir tonos pardos. Se presenta en concreciones compactas, alguna vez en masas criptocristalinas con estructura finamente radiada o globosa, o bien en cristales aciculares microscópicos, con toda probabilidad rómbicos o monoclínicos, a menudo asociados a azurita o malaquita.
El brillo del agregado translúcido varía de terroso a céreo, hasta vítreo cuando es un poco más alto el contenido en sílice. Frágil y blanco, el mineral tiene una dureza que varía entre 2 y 4 en la escala de Mohs. A diferencia de la turquesa, a la cual se asemeja, la crisocola se recubre de un residuo amarillento superficial después de ser sumergida en ácido clorhídrico.
Presente sobre todo en las zonas de oxidación de las partes superficiales de yacimientos de cobre, la crisocola se forma inicialmente como un gel que contiene sílice, agua y cobre.
Difundida en todo el mundo, la crisocola se encuentra en grandes masas en los yacimientos de cobre de Chile, en los estados de Nevada, Nuevo México y Arizona (Estados Unidos), en la República Popular del Congo, en Gran Bretaña y en Rusia.
En España se encuentra en Pardos (Guadalajara), en los granitos de Hoyo de Manzanares y Torrelodones (Madrid), en el cinturón piritífero de Huelva, etc.
La crisocola es tallada predominantemente en cabujón que puede tener la superficie lisa o con pequeñas figuras talladas.
En el campo gemológico es conocida una mezcla natural de crisocola, turquesa y pseudomalaquita, en diversos porcentajes, denominada piedra de Eliat, que procede de la homónima ciudad del Golfo de Aqaba, en el mar Rojo. Tanto la crisocola en sus variedades silíceas como la piedra de Eliat, ambas de color verde azulado, son buenos sustitutos de la turquesa.
Sólo con análisis químicos es posible distinguir la crisocola de otros materiales de incrustación que presentan colores similares, como la smithsonita, hemimorfita, variscita y la turquesa.
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