Minerales y rocas

ANTIMONITA


El nombre de esta especie hace referencia a la composición química del mineral, que es, en efecto, un sulfuro de antimonio. En la actualidad la antimonita tiene gran importancia industrial, pues de ella se extrae el antimonio, elemento que se utiliza en numerosos sectores, desde las aleaciones metálicas a la medicina.
La antimonita cristaliza en el sistema rómbico, en cristales prismáticos y aciculares, alargados, estriados paralelamente al alargamiento, en ocasiones curvados y con frecuencia reagrupados en agregados fibroso-radiados; también son comunes las masas con superficies de aspecto afieltrado o compactas. Los cristales, flexible pero no elásticos, con frecuencia aparecen cubiertos por una pátina iridiscente, mientras que en masa aparece alterada, en kermesita roja o en otros minerales amarillos pulverulentos, cuya presencia facilita la distinción de la antimonita con la bismutinita, de aspecto parecido.
El mineral es de color gris acero, opaco, con brillo metálico vivo. Es blando (dureza 2 en la escala de Mohs), pesado, con exfoliación perfecta paralela al alargamiento, mientras que perpendicularmente a ésta es séctil. En finas escamas funde a la llama de una cerilla, característica que lo distingue de la bismutinita, que no lo hace.
Desde el punto de vista químico es un sulfuro de antimonio, con este elemento y el azufre en relación de dos a tres. Su estructura reticular presenta cadenas de segmentos dispuestos en zigzag, formados por cuatro pirámides de base triangular, con los átomos de azufre en los vértices de los triángulos y el antimonio en el vértice de la pirámide.
La antimonita es un típico mineral de origen hidrotermal, formado por la cristalización de los fluidos residuales que quedan después de la consolidación de rocas graníticas y pegmatíticas; en general aparece asociado a minerales de plata, plomo y mercurio. No obstante, también puede tener génesis química, encontrándose en este caso como depósito de soluciones de fuentes termominerales.
Espléndidos cristales, de hasta 50 centímetros de largo, proceden del yacimiento, en la actualidad agotado, de Ichinokawa (Shikoku, Japón). Otras localidades famosas por la belleza de sus cristales son Felsobanya y Kapnik (Rumanía), diversas zonas de California (Estados Unidos) y de Borneo.
Los depósitos explotados en la actualidad se encuentran en las provincias chinas de Hunan y Guangdong, donde la antimonita aparece asociada a cinabrio; otros yacimientos de importancia industrial se encuentran en Perú, Bolivia, México y Francia.
En España se encuentra en Almuradiel y Santa Cruz de Mudela, en el Valle de Alcudia (Ciudad Real) y en el batolito de los Pedroches (Córdoba).
La antimonita es la principal mena de antimonio, elemento empleado para conseguir aleaciones metálicas muy resistentes a la fricción, balas y cartuchos de caza, y caracteres de imprenta. Se usa también en la industria pirotécnica y sus sales se emplean asimismo en medicina.

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