Minerales y piedras preciosas

Desde el punto de vista químico la tantalita es un óxido de hierro, manganeso y tántalo. Por lo general, este último elemento está reemplazado, al menos en parte, por niobio (vicarianza): se forma así una serie isomorfa cuyos términos extremos son la columbita y la tantalita, ambos rarísimos en estado puro. Según predomine el hierro sobre el manganeso o viceversa (también estos dos elementos son vicariantes) se tendrán las variedades ferrotantalita o mangantantalita.
La tantalita cristaliza en el sistema rómbico, en finos individuos tabulares, o en pequeños prismas mal formados, en agregados cristalinos a veces paralelos o en masas compactas. El color es negro o bien marrón oscuro, con pátinas de de oxidación iridiscentes.
El mineral aparece opaco, con brillo que varía de vítreo a submetálico. Es frágil, con una exfoliación imperfecta y una fractura concoidal o irregular; pesado (8,2 de densidad) y duro (de 6 a 6,5 en la escala de Mohs) y, por tanto, no se raya con la navaja. Como muchos óxidos es prácticamente inalterable.
Su estructura reticular es bastante similar a la del rutilo (bióxido de titanio): hierro, manganeso y tántalo se encuentran en el centro de octaedros que tienen átomos de oxígeno en los seis vértices; los octaedros se unen entre sí compartiendo aristas y forman cadenas alargadas que, a su vez, se entrecruzan y se unen mediante los vértices de los mismos octaedros.