Minerales y rocas

PERLA 1


Plinio el Viejo llamaba perna a un molusco perlífero del Mar Negro. Pero su actual denominación deriva del latín medieval pirula o perula, que indicaba las perlas barrocas o irregulares, es decir, las no esféricas. Las primeras referencias de perlas se remontan a más de 2.000 años a.C. y el objeto más antiguo es un collar de tres hilos con 216 perlas encontrado en las excavaciones de Susa y que se conserva en el museo del Louvre, en París. Las perlas de mejor calidad, las denominadas perlas orientales, proceden del Golfo Pérsico, donde se extraen desde hace más d 2.300 años. Para los romanos –que la llamaban “margarita”- la perla era un símbolo del amor y estaba dedicada a la diosa Venus; existía también un gremio de margaritarios, es decir, de comerciantes de parlas que ejercían su actividad a lo largo de la Vía Sacra. El mismo Plinio hace referencia a la leyenda según la cual las perlas se originaban a partir de moluscos fecundados por los rayos de la Luna: debido a esto fueron asociadas a la simbología relacionada con la fecundación, el amor y la mujer. En todas las épocas las perlas han tenido su importancia; como contrapartida, su explotación indiscriminada ha llevado a la casi extinción de las colonias de moluscos perlíferos.

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