Minerales y rocas

ÓPALO 2


El ópalo es un mineral coloidal amorfo, semiamorfo o microcristalino (formado por pequeños cristales microscópicos). Por tanto nunca se presenta en forma de cristales, aunque sí en forma de vetas, glóbulos y costras de diversos colores, a veces con una espléndida iridiscencia (opalescencia).
Contiene silicio y oxígeno, en proporción de uno a dos (como el cuarzo), y agua. El estudio al microscopio electrónico ha permitido conocer la estructura del ópalo: está formado por pequeñísimas esferas de sílice, rodeadas de espacios vacíos, más o menos equidistantes entre sí. El diámetro de las esferas es variable y parece ser que sus dimensiones condicionan el color de la gema.
El ópalo tiene una dureza y un peso específico ligeramente inferior al del cuarzo; es, por tanto, duro (no se raya con la navaja) y ligero. No se exfolia, pero es muy frágil; expuesto al aire, pierde las moléculas de agua y se llena de finísimas fracturas. Es transparente y con brillo graso. Expuesto a rayos ultravioleta adquiere una fluorescencia amarilla o verde. Es insoluble en todos los ácidos, con excepción del ácido fluorhídrico. Al calentarlo pierde las moléculas de agua y se descompone transformándose en cuarzo. De acuerdo con su color y aspecto se distinguen el ópalo noble, con fondo gris, azul o negro y aspecto aporcelanado, con una característica iridiscencia interna (opalescencia); el ópalo de fuego, con reflejos que van del amarillo al rojo; la hidrofana, blanquecina, que al sumergirse en agua se vuelve perfectamente transparente; y la hialita, también blanquecina, que se presenta sobre todo en masas dendríticas y globulares. Muy característico es el ópalo xiloide, también denominado ópalo leñoso o xilópalo, en el cual el proceso de fosilización ha provocado la sustitución completa de la madera por parte del ópalo. Rocas formadas por ópalo son la geiserita, que se encuentra en los bordes y en las inmediaciones de los géiseres, donde es depositada por aguas hirvientes; las diatomitas y las radiolaritas, denominadas “harina fósil” gracias a su friabilidad: el ópalo constituye los caparazones de diatomeas y radiolarios que han dado origen a rocas depositándose en el fondo de lagos y mares.

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